EL LICEO "DR. BRAULIO LAGO MIRABALLES" Y SU HISTORIA
El liceo Dr. Braulio Lago Miraballes, es el centro de estudios secundarios más antiguo de Vergara, segunda ciudad en importancia, del departamento de Treinta y Tres.
Entre las denominaciones extraoficiales con que fue nombrada Vergara, está de la "capital del arroz", pues la explotación de dicho producto, da la mayor fuente laboral de la zona así como también es la región arrocera mas importante.
Vergara, es un centro poblado, fundado el 10 de marzo de 1903, a orillas del arroyo Parao por el ciudadano brasileño José Fernández Vergara.
Dista 58 Km. de la capital departamental por ruta 18 y alberga una población de 4064 habitantes de acuerdo a datos del censo del año 2011.
Hacia la década de 1930, Vergara contaba con dos escuelas primarias, siendo el grado de estudios más alto al que podían aspirar los jóvenes del lugar.
Es en esa década, que se materializa por primera vez, la aspiración a fundar en la localidad un centro de educación secundaria, de modo que los menos favorecidos no siguiesen en desventaja con respecto a los de mayor poder económico, quienes se trasladaban a Treinta y Tres, Montevideo u otros lugares, para seguir estudios más avanzados.
Se funda un liceo privado, el Liceo Rodó, que funcionó durante escasos dos años.
Debieron pasar dos décadas para que volviera a establecerse un centro de estudios secundarios en Vergara.
Mientras tanto, para concurrir al liceo, el alumno debía radicarse en Treinta y Tres o trasladarse diariamente en el llamado "tren de los estudiantes", un servicio de ferrocarril en el cual viajaban los liceales de Vergara y de otros puntos más alejados sobre la línea férrea Río Branco- Treinta y Tres.
Esto continuaba relegando a los jóvenes de menores recursos, que no podían solventar los pasajes o pago de alojamiento en Treinta y Tres.
Gracias a la inquietud y empeño de la comunidad, encarnada en una comisión pro-liceo popular, se establece en el año 1955 el Liceo Popular de Vergara, que comienza a funcionar en la Casona de Quiroga, frente al actual edificio del Banco República, con un total de veinticuatro estudiantes en primer año, y cuatro en segundo.
La modalidad "Liceo Popular", allá por la década de 1950, fue la forma común de establecer liceos en localidades del interior de los departamentos.
Un liceo popular se caracterizaba básicamente por:
Los docentes y directores eran honorarios. No percibían sueldo. Normalmente se trataba de profesionales universitarios, técnicos o idóneos en determinadas asignaturas, que se desempeñaban en otras actividades para su sustento y el de su familia, y prestaban ese servicio gratuito. Inclusive llegaban a mudarse al lugar donde ejercerían tareas docentes. Según narra el profesor jubilado Carlos Faliveni, "se hacía dificultoso encontrar quien dictara clases, se conseguía como favor, .. en 1958 ( cuando fue oficializado y los cargos pasaron a ser remunerados), " se vio dorso de la moneda y empezaron a aparecer candidatos para profesores de todos lados"
Los gastos de agua, luz, mobiliario, pago de portero, material de limpieza, útiles, etc. eran costeados por la comunidad, mediante beneficios como bailes, rifas, domas, ventas de tortas fritas, chorizos, cazuelas y otros alimentos, loterías, salir las damas disfrazadas de gitanas y cobrar para adivinar la suerte a los que pasaban, y tantas otras actividades de recaudación que surgieran del ingenio popular, y con los cuales la gente colaboraba de muy buena gana.
Los docentes que viajaban, no recibían abonos para costear su traslado, si tuvieran que viajar para dar clases.
Los alumnos, a final de año, debían rendir exámenes libres de todas las asignaturas en los liceos departamentales.
Finalmente, en 1958, se oficializa el liceo.
El Secretario de la Junta Local, Don Federico Pereira Das Neves, al recibir el telegrama que comunicaba la aprobación de la oficialización del Liceo para el 15 de marzo de 1958, comienza a tirar cohetes frente a la Plaza Confraternidad. La población se agrupó a aplaudir y festejar la conquista toda la noche del 27 de noviembre de 1957.
Desde 1984, el liceo comenzó a funcionar en un nuevo local, frente a Ruta Nacional, en una casona situada en el predio antiguo, que fue estación de diligencias, con patio interno, una magnolia centenaria y aljibe, actualmente utilizado para plantas ornamentales.
José Nicolás Sarasola, compuso un poema titulado "Casona Feliz", en que hace el elogio del nuevo local donde transcurrieron hasta la fecha, encuentros, aprendizajes, juegos, amores, risas juveniles.
Una ley del año 1998, respondiendo a una iniciativa de la comunidad vergarense, designa al liceo con el nombre de su primer director, Dr. Braulio Lago Miraballes.
Le siguieron otras reformas, y también insucesos.
En el año 2005, debió retirarse la quincha ubicada entre el techo de chapa, y una estera de junco que hacía de cielorraso, debido a que las palomas infestaron el lugar, causando alergias y otras afecciones a estudiantes y funcionarios, lo que provocó un insustentable estado de insalubridad..
Debió retirarse el techo íntegramente y las clases funcionaron durante varios meses en diferentes locales que prestaron sus instalaciones: salón parroquial, Club Centro Uruguay, Centro Pallotti.
En el año 2009, otro lamentable incidente, un incendio que afectó la Sala de Informática, quemando e inutilizando la totalidad de las máquinas donadas por Tres Cruces, el laboratorio de Biología, y parte de un salón, dejando al descubierto la parte afectada, ocasionó trastornos al funcionamiento del centro, además de la indignación colectiva, que se manifestó a través de la lectura de un documento redactado por docentes y estudiantes, con asistencia de medios de prensa..
Actualmente, y desde la década 2001-2010, nuevas necesidades hacen sentir la necesidad de un nuevo local para el liceo, lo que se ha convertido en una meta para la comunidad.
La síntesis anterior fue redactada por la profa. Ma. Isabel Carrasco Rocha.
Fuentes:
"Historia de Vergara". Víctor Lucas.
"El Pueblo del Parao" I y II, José Luis Cuello.
Diario "El País" de 1961.
Ley nº 16.921
Partes diarios 1955, 1957, 1958, 1960, 1961.
Libros de Matrículas.
Manifiesto de la Comisión Pro-Liceo de Vergara, de marzo de 1957, por el que se pregona la oficialización.
Materiales en borrador preparados por Jorge Carlos Muniz.
Entrevistas con el profesor Carlos Faliveni, Dr. Fernando Lago (hijo del primer Director), Raquel Díaz de Brun (que ofició como secretaria).